Un litro de leche, un trozo de queso, un kilo de patatas, una botella de aceite de oliva y otra de vino tinto es lo que contiene la cesta de compras de la señora Helga Müller. Ella vive en la capital alemana y representa a cualquier consumidor que viva en Alemania, a quien 50 euros le rinden más en el bolsillo que a un consumidor en la mayoría de sus países vecinos.Y es que vivir en Alemania, la primera economía europea, es más barato que en casi cualquiera de los países fronterizos, según lo afirma un estudio publicado por la Oficina Federal de Estadísticas en Wiesbaden, en el centro del país.
Según los datos facilitados por esta entidad, el nivel de precios en Alemania se ubicó en 2011 un 3,4 % por encima de la media de los países de la Unión Europea, mientras que en Austria, Holanda, Francia y Bélgica los productos y servicios cuestan entre el 6,7 % y casi el 12 % más de lo que indica el promedio europeo.
Pero de los nueve vecinos de Alemania, el más caro de todos es Dinamarca. En este país del norte, la cesta alimentaria cuesta un 42,2 % más. También en Suiza los costos de vida son elevadísimos. Entre el país alpino y Alemania existe una importante diferencia de precios sobre todo en la hostelería, los restaurantes y los alimentos. Pero de vuelta a Alemania. Durante el último año y medio el valor de los inmuebles ha subido alrededor de un 5 % en tierras germanas. Y aunque los precios en los pequeños pueblos no han escalado del mismo modo que lo han hecho en algunas ciudades y en determinados barrios berlineses, todavía los precios alemanes continúan siendo atractivos, sobre todo en Berlín.
También a la hora de hablar de alquileres, la capital germana sigue siendo punta de lanza en comparación con otras capitales europeas y otras ciudades alemanas. Según datos proporcionados por la administración de la ciudad de Berlín en el Mietspiegel,- algo así como el baremo de alquileres que se maneja en el mercado libre- , el precio promedio del metro cuadrado puede tasarse en alrededor de 6 euros. Claro está que no cuesta lo mismo vivir en típicos barrios de moda como Kreuzberg, Prenzlauerberg o Mitte que en los emergentes de Wedding o Neukölln. Pero de todos modos Berlín sigue siendo más económica que Múnich, Hamburgo o Frankfurt.
Restaurantes baratos
Sin embargo lo difícil es encontrar un apartamento libre, sobre todo si se trata de uno de dos habitaciones en los barrios favoritos. Y para terminar, un breve pantallazo a los precios de los restaurantes de Berlín, adonde tradicionalmente las artes culinarias de todo el mundo y por supuesto, del viejo continente están representadas. El recorrido llaga a su fin en la terraza de un restaurante italiano. En su carta se ofrecen unas veintena pizzas diferentes. Desde la tradicional margarita hasta la pizza con gambas o la espinaca y salchicha italiana. Se las ve muy apetecibles y huelen aún mejor. Los precios se mueven entre 5 y 9 euros y por su tamaño pueden quedar contentas dos personas. Sólo si se la quiere acompañar con una botella de vino, el presupuesto corre riesgo de explotar. Una botella de tinto de calidad media, es difícil de encontrar por menos de 20 euros. Y es Alemania sigue siendo, por excelencia un país cervecero.